Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

miércoles, 22 de julio de 2015

Llanto ausente


Un imperioso dilema arroba mi sueño,
con soberbias alabanzas rollizas de placer,
porque trémula mi deseo a la vera de tu magnánima sombra,
al aspirar convulso la marea que provocan;
tu esplendor de ogur cándido e inclemente,
tu postura cabdal desprovista de agonía,
tu rocosa norma fantástica y complaciente,
y tu piel inundada de obcecados ruegos.

Déjame sorber el licor de tu bella superioridad,
o nadar en detrimento a la jubilosa continencia,
de comer hasta morir en ese profundo vientre de libamen,
o cavar hondo en ese vasto cociente de bohemia salvaje;
tus nervios son un sarcasmo herido de estima,
tu rostro es una esbelto espasmo soldado con dolor,
tus manos son ácidos discursos brutales y crueles,
y tus labios el grávido motivo de mi llanto ausente.

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