Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

sábado, 17 de octubre de 2015

Justamente

Cuando empecé y acabé de decir que te amaba
soñé que no era un sueño. Que todo se caía y rompía en la yuxtaposición de voces.
Esas voces que duelen y sangran y se desparraman.
Justamente en ese instante de irresponsabilidad en la que es tan difícil decidir
y hacer, y pedir. Y rogar.
Y faltar a la verdad si es necesario.

Justamente.

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