Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

viernes, 17 de junio de 2016

Él

Desierto
y él, desierto y de madrugada en sus rayos y luces
desierto para el amor
desierto para el dolor
desierto para la otredad sin maldad, pero hiriente

Desierto
omnipresente y omnisciente
desierto en su cueva
en su madriguera
desierto por la soledad
y su conciencia que se retroalimenta y autorreferencia

Desierto
y él, solos
y los otros, también solos
y los soleados días que quedan
tratando de tapar los otros atardeceres...
también soleados
pero también olvidados



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