Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

martes, 25 de octubre de 2016

Quiero


quiero tu piel
quiero tenerte
quiero poseer tu miel de cielo
quiero mirar tus expresiones de luna
quiero contener tu éxtasis
quiero que rías en mi hombro
quiero sentir tu respiración acelerada
quiero comer en tu pubis
quiero imaginar que imaginás 
quiero sacar placer de tus senos
quiero beberte, quiero hacerlo

quiero aparecer de repente
quiero que cambies, y yo cambiar
quiero que juntes valor y te expongas
quiero sostener esta lujuria
quiero amamantar
quiero jugar
quiero esquilarte sin herirte
quiero dormir entre tus brazos
quiero que gozes y gozarte
quiero que gimas, que grites
quiero que seas mía en lo imposible

lunes, 24 de octubre de 2016

Lluvia

Simple y raso
en su dorado y plateado
en las cintas, las olas, los suspiros
las miradas y risas, los recuerdos

Las ramas que danzan en la lluvia
en las cadencias insólitas y los trinos de lluvia
la luz que se cuela
y la soledad que acompaña

Atentas las gotas caen
y atoran la vulgaridad de mi risa
incontenible, desierta
absorta en los pensamientos yermos

Aplica la orientación de lo efímero
su consecuencia y displicencia
lo concupiscente y reciente
el soslayo deliberado y herido

sábado, 15 de octubre de 2016

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Aunque no haya destino, ni paraíso, ni luz que alumbre
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Aunque duela, aunque nada merezca la pena, aunque no le importes
a quienes debes importar.
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Caminando, gateando, cojeando, volando, buceando, aleteando
serpenteando por el lodo abyecto
tumefacta y terca
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Aunque no haya dónde, ni quién, ni qué
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Aunque nada importe, aunque se desmorone lo único que te mueve
Aunque nada conmueva ese espíritu indomable

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