Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

viernes, 4 de marzo de 2016

Banned

Poco importa qué somos
quienes fuimos, qué mandamos, qué acercamos de manera desinteresada
donde paramos, con quién hablamos, qué compartimos solidariamente, qué ofrecimos a corazón abierto

Ya no importa todo aquello formidable que construimos
La falsedad y la hipocresía terminan siento el caldo en el que se cuece la inexistente amistad
Amistad en la que se creyó alguna vez y se desvaneció en un monosilábico estertor, un pedido de disculpas supinas a destiempo, una traicionera explicación de por qué no se actúa, de por qué se arrodillan ante la tensa tiranía de una casa que alguna vez habitaste junto a esa prole de débiles y obsecuentes.

Poco interesa qué leímos
qué escribimos
qué pensamos
a quién dijimos " te amo"
a quién defendimos con uñas y dientes.... 

Qué paradoja: porque a quienes defendí y ayudé ni me miran, no me escuchan. Están avergonzados, niegan y esconden la piedra que me iban a tirar en el festín de la lapidación. Y se pelean a codazos por compartir la mesa, por sacarse la foto mentirosa que es un sumidero de vanidades retorcidas, por figurar sonrientes en el rejunte.... qué abyecta pobreza de espíritu. 
Les tengo piedad.

Total.... quienes deberían reaccionar esconden la cabeza. Ya no te escriben, ya no te siguen. Ya no les sirves. Es el use y tire de hoy. O se acepta o se muere.

Cuando subís al ring de la vida 
y te quedás solo con sus decisiones, tus pensamientos, tus cavilaciones
mirás a esos mentirosos ojos amigos... y no los encontrás
Y ahí aprendés
Aprendés que te equivocaste. 
Y además sabés que te vas a volver a equivocar, porque vas a volver a confiar.
Es un poco el juego de la vida

Y mientras todos deleitándose con el circo romano
todos agitando brazos a ver cómo las bestias te lastiman y te humillan
Todos disfrutando tu ausencia, el descuartizamiento de tu ser y tu imagen y tu estirpe de luchadora incansable.

Poco importa qué pasó ni por qué
A seguir jugando cartas en otra mesa, pues. 
Volver a confiar, volver a perder