Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

viernes, 14 de abril de 2017

El aire

El aire pega en la cara y en la frente
y en los labios luminosos y en su suerte
y en la ferviente gloria de héroes y creadores
el aire siempre, el aire diáfano

El aires pega donde no lo esperamos
y lo robamos en caso de falta o escasez
o lo usurpamos y degollamos, tan crueles
o degradamos hasta el infinito

El aire se mueve y retuerce
se contrae y languidece
se entumece y alivia en su terquedad
opíparo de gotas de lluvia, como la sed.

El rumor de las hojas de otoño


El rumor de las hojas de otoño
ese otoño que tarda en llegar y sin embargo subyace
las hojas como eneldos, como esparcidas cintas de novias o esperanzadas
y el rumor que sigue y se atraganta de agua cristalina, esa misma de la lluvia o la sequía.

El cantar de los colibríes
me digo para mis adentros mientras río
porque los colibríes no cantan
y sin embargo... los escucho
fuerte y claro

Titila la luz
esa roja pestaña de carga
como muchas de color verde
o de un opaco cielo
todas son señales

sábado, 8 de abril de 2017

Rancio

Duro es el destino, el camino, la simiente, el sol y la luz
rancia la experiencia solitaria y compartida

Cruda avaricia y codicia por lo ausente y lejano
despótica a veces, en la cornisa de lo impensable y repudiable

Triste ollar y calar en los sedimentos del olvido

angustia sin compartir, rumiar solos los recuerdos