Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Una vez

Érase una vez el sol
diafano apenas en la cumbre de las ensoñaciones
Érase la luz sin cielo en los cantos mismos de un horizonte sin templanza.
 
Érase una vez el río
que asemeja cráteres de agua siniestra en las alforjas de las salinas secas.
Érase la caja de los milagros que no se cumplen ni se lamentan.
 
Érase una vez la vida
que como en la muerte acecha en la vacuidad de las palabras.

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