Reflexión, apotegmas y metralla de palabras, texturas y superficies rugosas en una digresión permanente. Porque la usina que quema el agua se distrae sumergida en los collage magenta y cielo que condensan una locación multiforme y atrevida, que se permite divagar y dar lo que expulsa sin control, sin filtros, sin remordimientos.
Se supone que...
Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.
Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.
Me gustaría decir algo.....
Me gustaría decir algo a propósito de no ser previsibles. No copiar indulgentemente cuanto texto o palabra vemos aplastada con efímera belleza; no ensordecer el pensamiento ni los ojos a lo dado, lo presentado como lo que aparenta ser y quizás no es: conocimiento. Trato en lo posible de no influir con los mundano ni asumido como trivial, y sé que no es fácil. Ni simple.
Me parece que ya bastante tenemos con muchas cosas en las que debemos resignar parte de nuestros aspectos sensatos y promiscuos de pensares como para meternos a tragar lo que viene de lectura, información, noticias o relatos visuales sin ni siquiera poner un poco de empeño en saber de qué se trata, qué tratan de inculcarnos o machacarnos.
Pónganse a pensar. Pregúntense qué quieren decir cuando se dirigen a ustedes de manera inocente. Nada es inocente y todo tiene un propósito. Hasta estas palabras lo tienen.....
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Hola, Gabriela. Qué lindas palabras: NADA ES INOCENTE. Siempre pienso eso cuándo los "algoritmos" me envían videos, auidos, etc. sin razón aparente. Pero, claro que la hay. Abrazo.
ResponderBorrarHola Silvia, disculpas las demoras en responder. Justo tuve mi apagón semanal ( una vez a la semana me apago por completo: 24 horas sin celular, ni TV, ni computadora, ni nada de eso). Yo creo que las casualidades no existen, y creo que la inocencia tampoco.
BorrarUn gran abrazos, y gracias por pasarte.