Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

La felicidad


¿ Qué es la felicidad ? ¿ Qué es ser felices ? La felicidad es: ¿ Un estado físico, mental, ambas cosas y va más allá de nuestros actos conscientes ? Vaya preguntas para un Foro de Relojes...

Se imaginan que a punto de los 50 me he hecho muchas veces esa pregunta. Y aún no tengo una respuesta; o mejor dicho, las respuestas van variando con el tiempo y las situaciones en las que me toca vivir.
¿ Alguna vez fui feliz ?
Claro que sí... ese período catalán fui feliz. Conocí muchos amigos, me hice socia de una bellísima biblioteca - la de Hospitalet de Llogregat -; me adapté a las costumbres, recorrí la ciudad con curiosidad muy Pirlo. Aun tengo en la retina esos colores pastel y ocre que pueblan la ciudad. Pequeñísima ciudad, si la comparo con Buenos Aires...
Cuando no tenía nada también fui feliz. Es mi período en Italia: solo una muda de ropa, y rodar y viajar; compartir, reír, comer esos fantásticos helados italianos; soñar que la vida es una multiplicación de despreocupaciones...

La vida tiene momentos. Es la suma diáfana de momentos arbitrarios y heterodoxos donde transitan sin pudor las insensateces, los descontroles ingenuos, la diversidad y la contemplación. Estamos, ustedes y yo, en un espacio pluricultural donde las motivaciones y percepciones son tan diferentes como los blancos que ve un esquimal. La canción de mi amada Kate Bush ( Fifty words for snow ) bien lo dice... se ven las cosas diferentes y dependiendo de quién las ve

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Considero que la felicidad es la plenitud de un estado efímero. Cualquier estado: puedes sentirte feliz al ver a tu hijo correr por el parque, o cuando has ido al recital tan ansiado, o cuando te has podido comprar ese reloj que tanto deseabas, o cuando te hallas solo contigo mismo escribiendo en el ordenador y sientes esa belleza interior que es sentirse pleno.
En este momento me siento feliz de poder compartir con ustedes estas simples palabras, palabras tiradas con amor en el océano de los blogs. Blogs que tanto cuesta llevar adelante, tanto hay que luchar por ellos, tanto pensar.

Ustedes - blogger lectores - me hacen pasar gratos y bellos momentos. Mi día a día es duro ( como el de ustedes, por supuesto, el día a día es crudo y áspero muchas veces... ). Los imagino adultos, soberbios, preocupados, ateridos por un problema no resuelto, la cuenta del banco que no cierra, o la pelea fuerte que hemos tenido con nuestra pareja...
Y sin embargo puedes hallar la felicidad en esa taza de café que te preparas, o en ese libro que te aleja un momento de lo cotidiano, o esa cerveza que disfrutas con amigos... o leer estas palabras en un muy áspero ejercicio de estilo.

Esa es la felicidad...

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