Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

Horologium Redux Stargazer (2023) Editorial de Los Cuatro Vientos

 Mi primer libro de no ficción surgió a raíz de una serie de artículos horológicos que escribí durante los últimos años. Seleccioné 9 de ellos, con temáticas muy diversas que van desde las desventuras de Mozart (no el músico, sino el relojero); la verdadera historia detrás de quién inventó el péndulo y el espiral; cómo miden el tiempo otras culturas; el origen de nuestro calendario; cuál es la diferencia entre oscilaciones, frecuencias y ciclos; y otros temas muy deliciosos... o aburridos ( cada cual decidirá). 

Como ya saben, a mí me encantan los desafíos y aprender cosas nuevas todos los días. Y este libro, y su temática, me ayudó a encausar mi interés sobre hechos históricos y técnicos relacionados con el tiempo, sus parábolas y luchas. 

Me parece muy importante que les adjunte la introducción del libro, así tienen una mejor idea de sobre cómo lo encaré y de qué va su desarrollo.

Que lo disfruten.

 "Al plantearme cuantos capítulos incluir en este libro, me incliné a que sean 9. La numerología y mi carta astral lo favorecen, así como también el 9 es mi número preferido. Entonces, decidí que nueve capítulos completan y conforman una unidad indivisible e integrada que funciona como una individualidad perfectamente normal. Este libro se puede leer de atrás para adelante, se puede leer de manera espaciada, se pueden leer los capítulos saltándolos en su orden y falta de correlatividad porque el desorden es el factor que los amalgama.  Posiblemente si uno toma a cada capítulo de manera aislada parecen inconexos y unitarios, pero conforman un corpus con más identidad y coherencia si se los aparta de su propia individualidad. 

Este párrafo plagado de oxímoron, verbatim y acertijos posee una plétora de inconsistencias, ya lo sé; bienvenidas sean... 


Por otra parte, este librito y su autora no son pretenciosos. Los nueve capítulos que a continuación leerán forman parte de algunas reflexiones trasnochadas, algunos desvaríos y algunas tragedias suburbanas con un toque romántico sobre un tema que no es marketinero ni interesa a la mayoría: los relojes, el tiempo, los calendarios y las intrigas y misterios que los envuelven. No es un libro técnico y no tiene pretensiones de ensayo ni de investigación. Es un libro sobre temas que alguna vez me llamaron la atención, leí y vertí mis pensamientos en los cuadernos que me acompañan desde siempre. 


La elección de los tópicos no es casual: son fruto de mi desarrollada subjetividad, parcialidad y culto a las diferencias. No considero que haya riqueza en la igualdad sino en la diferencia; también abogo por las asimetrías como generadoras de conocimiento; amo las polimorfías, los abismos creativos y los corpus de ideas con entropía baja. Encuentro gracia y belleza en lo bizarro y en aquello que genera y libera energía (traigo un poco de los pelos la segunda ley de termodinámica, pero tranquilos, aquí no la desarrollaré) y hace estallar  la cultura, las ciencias, la creación y el arte. Amo las distorsiones, lo maleable, lo enrulado y resquebrajado; y por supuesto no estoy de acuerdo con los dogmas, las posiciones taxonómicas ni los axiomas. 


Como dice el pintor noruego Odd Nerdrum: “Pienso, por eso me contradigo”. Y si me contradigo, es porque hay intercambio de energía. Y si hay intercambio de energía, es porque mi entropía es baja. Y si mi entropía es baja, significa que estoy lista para intercambiar, transformar, deconstruir, eyectar, trocar, licuar y/o retorcer y catapultar los pensamientos que me apabullan. ¡Gracias universo, cuánto hay por aprender!

Y respiren tranquilos: en estas notas estuve tentada de desarrollar el concepto de entropía y sus incidencias en la horología, las ciencias de la comunicación y la teoría de la información. Pero lo dejaré para momentos más propicios.


Recapitulando, y como les decía, estas notas fueron plasmadas a través de los años en cuadernos y carpetas: aún soy de la generación que escribe en cursiva, en papel y con lapicera o lápiz. Estas notas son fruto de lecturas sobre libros que tratan temas científicos, técnicos y de mecánica; la mayor parte de ellos, con conexión con la relojería, calendarios, mapas, horología y las ciencias del tiempo (desconozco si las ciencias del tiempo existen… quizás, sin darme cuenta, acabo de crearlas…).


No tengo estudios formales. Lo escrito son apuntes y notas que fueron tomando forma en los descansos de mis tareas de ama de casa, o de los trabajos asalariados no calificados que he desempeñado. Por lo tanto, no tomen muy en serio y con valor taxonómico lo que expreso y cuento; quizás algún matemático, científico o investigador universitario pueda rebatir fácilmente lo expuesto. 

Por lo tanto, si existen errores, omisiones y falacias son mi propia culpa y responsabilidad. Me gusta decir que los errores son parte de la vida y son generadores de conocimiento. Entonces, bienvenidos sean.


El libro consta de 9 notas o capítulos, como ya les comenté, y están agrupados por temas. Posiblemente algunos temas les resulten más entretenidos que otros. Luego encontrarán el epílogo, en el que me voy un poco a la banquina. Pero no pasa nada; todos tenemos nuestro lado oscuro y borde y yo me he atrevido a que se luzca y tenga espacio para desarrollarse.


En el prólogo, o mejor dicho, los prólogos, ya han leído a mi estimado Javier Gutierréz Chamorro (escritor español, ingeniero informático, divulgador cultural y gran conocedor en relojería. Su página javiergutierrezchamorro.com es la web individual de relojería en español más visitada del mundo). Su aporte a este libro me enorgullece y emociona por partida doble, ya que en el primer prólogo su personaje Paul Davis y yo interactuamos en la Plaza Jardín de San Miguel de Allende en México; y en el segundo prólogo (el formal) Javier comentó y describió con suma amabilidad y sensibilidad sobre de qué va este libro sobre horología. Mil gracias Javier.

Aprovecho para mencionar a otro ingeniero, don Fernando Burón, que ha sido enormemente amable al corregir esta montaña  de boberías relojistas que pongo a consideración de ustedes. Fernando ha pulido este texto y lo ha mejorado con gracia, estilo, sobriedad y sentido.  


La última aclaración antes de empezar. Cada nota o capítulo tiene su propia bibliografía. Y al final, encontrarán bibliografía general  sobre libros que también he consultado y leído, y creo, aportan muchísimo a los temas en cuestión.  También hay una sección de agradecimientos: soy una agradecida de la vida, y me gusta expresarlo cada vez que puedo.


Para quienes de relojes ni papa ni zanahoria pues, ¡ánimo!. Me parece que si llegan al final habrán demostrado más actitud heroica y comprometida que quién escribe. 

Y no hay glosario: he preferido no extenderme en él con explicaciones que en 5 minutos se olvidan. Los capítulos o notas, de tener términos raros o complejos, suelen tener su explicación. Y si aun así no alcanza, pues pace, muchachos, que hay cosas peores.


Los dibujos y esquemas son todos de mi autoría. Y ojalá sirvan para compensar la falta deliberada de fotos y/o imágenes de terceros."




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