Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

jueves, 26 de septiembre de 2024

Periférica

- Cuando mirás hacia arriba, ¿ves el mismo cielo y sol que yo...? 
- No sé, pero me parece que es...

...el mismo cielo
el mismo atragantado febo incandescente
el mismo tronar furioso de la línea periférica
que acuchilla el horizonte
    en el clamor
        en el absurdo claudicar
        y en el dolor de las formas y los desconciertos...

- ¿Las nubes son algodones que flotan en el aire...? 
- Trataré de responder de manera sencilla, así lo entendés. Las nubes, en realidad, son...


...gotas aplanadas
arrugadas
y maltratadas en una compresión de hielo brutal
    son gotas de miedo y de furia 
en un índigo mínimo 
    y en cuyo aura bestial
    se columpia la periférica malicia...

- ¿Desde cuándo está el cielo allí colgado sobre nuestras cabezas...? 
- Creo que...

... un súbito y absurdo sentimiento de no saber
trepida como blasfema ignorancia
cayendo todo al glosario del averno
como soles huérfanos
y como altaneros truhanes de la abundancia

el aire no conmueve
    no es doliente 
    no es visible
aunque de manera periférica
nos aplane y nos subyugue... 

- Ma...
- ¿Sí, Gabriela...? 
- ¿Me comprás un helado...?
- Claro, vamos...



domingo, 23 de junio de 2024

Mínima

palmo en la palma mínima
mínima incandescencia
mínima necedad

muñeca de entraña mínima
mínima albacea
mínima otredad

    mínima en el vacío
        mínima en la desinencia
            mínima en la profecía
                mínima en la confluencia

caigo en la mínima ría
mínima vida
mínima idea

saturo mínima en la adjetivación
mínima castración
mínima era 











jueves, 25 de abril de 2024

En carrera estoy

en carrera estoy
voy falaz en la senda
mientras el ocre murmullo de polvo 
        agrio de tornasoles
materializa una mirada perenne
en este cielo cobrizo, 
        carnal y ausente
                            al final del camino

en carrera estoy
travesía rota y encarnada de vida
mis pasos encuentran piedra y ceniza
        sudor de viento, aire de cerros
me rompo y estallo
desangro y atrapo 
        mil soles, mil amores
y murmullos de barro

en carrera estoy
con vigor y serenidad
desplazada de los olores, alcanfor,
sabores y sentidos del verde
        ese verde que no ametralla
        que no aparece ni atrapa
que se ausenta y calla

en carrera estoy
y corro feroz por la roca gris
abotargada
        subsumida y aturdida
por estos árboles pardos, agua azul, 
lluvia de manchas largas y palos de tiza
        testigos del beige agrietado
                en estas montañas de lija










sábado, 17 de febrero de 2024

Y que ya nada importe

volver a ser penumbra
volver a ser cielo
volver a ser árbol
volver a ser piedra

hacer como si fuese nube
hacer como si fuese sierra
hacer como si fuese hiedra
hacer como si fuese tierra

vivir como viento
vivir como suelo
vivir como enebro
vivir como tiento

morir pensando
morir riendo
morir viviendo
morir cantando

    y después...

    y después que ya nada importe