Se supone que...

Se supone que no debería atreverme a esta aventura: un blog donde las palabras navegan en un guiso de ambigüedades. Un guiso en el que las ausencias soberbias y la arrogancia supina de una lexicografía tonta y cursi aflorarán en cada oración, en cada recodo de mi pobre y previsible expresión metafórica.
Pero siento la necesidad de otro canal donde mis sentidos se bifurquen, atornillen o maceren. Un canal donde las entrañas puedan mostrarse sin piedad, sin convencionalismos avaros de obsecuencias o calcomanías culturales que no me motivan y vanamente tratan de encorsetarme.

Bienvenidos a este vuelo rasante donde los planetas chocarán y la mutación de los sentidos estará en la mira de los Dioses y Diosas.

lunes, 7 de octubre de 2019

El rocío y la hierba

El rocío y la hierba
Coronan la luz de las estrellas
Que pasan mirando y sedientas
Por los ríos de arena
La sombra del musgo liso y perfecto
Que se acicala susurrando en la mustia bruma
Mientras los árboles y la vida
Pequeña vida de horas
Transmite su versión insaciable y etérea

El rocío y la hierba
Y la pradera y el árbol
Y las hojas y el resplandor de los verdes
Ellos y nosotros y los otros radiantes
Acompasados y vibrantes
Abanderados de las formas y las conclusiones y la reflexión
Reflexión de ánimas
Palabras y miradas

El rocío y la hierba
Hermosos
Calmos
Sosegados
Alterados por el poema atajado entre dos mundos
Varias culturas e idiomas desconocidos por el dolor y la sin razón.
Ateridos, esperanzados
El rocío y la hierba
Esperan y esperan.  



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