De madrugada siento frío, murmullo, bostezo.
Me animo a ser y reconvertirme en serpiente en plena danza de estrellas.
De madrugada sueño que me aman y desean sin sucumbir a la postración de la rutina;
me estremezco al darme cuenta que estando despierta me distraigo en un abismo de éter.
De madrugada rezo, y esa plegaria es abierta y blasfema.
Y mis ideas son escasas, melodramáticas e hirientes.
De madrugada me hundo en la bruma, misterio y silencio.
Supino ocaso y fracaso místico, al amanecer me desangro.
Hola!!! Son duras mis mañanas, a veces. Expectante. Tal vez no duela o tal vez, sí. No me doy cuenta enseguida. Gracias por compartir tu arte.
ResponderBorrarQué difícil tu situación de tu enfermedad. Ojalá, algún día, desaparezca. Muchas gracias por tus palabras, y te mando un abrazo.
Borrar