Sabia luz de los caminos
y las estrellas declinantes
brillas tú en la intemperancia renuente
plañido prosaico y bizantino rapsoda
En la lúdica histeria mecánica
de ruedas y coronas; resortes y tornillos
enhebras en los intersticios una belleza visceral,
obcecada y bucólica.
Remolino de interpretantes
neblina de ambigüedades y acertijos
improcedente jerarca de los cristales mustios
cultura de sibaritas... sangre de reloj.
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